RESULTADOS ENCUESTA DE UGT SOBRE EL TELETRABAJO DEL PAS DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

La encuesta que hemos realizado la sección sindical de UGT en la Universidad de Zaragoza no tiene pretensiones de ser un trabajo científico ni mucho menos pero sí que, humildemente, pretendíamos conocer cómo se había vivido esta situación extraordinaria entre el PAS y el PDI que nunca habíamos vivido una situación así anteriormente, convencidos de que de cara al futuro este sistema implantado por necesidad, va a cobrar relevancia en un futuro casi al 100%.

El sondeo, desarrollado por vía online remitido a los trabajadores de PAS de la UZ entre el 15 y el 25 de mayo, ha revelado que para el 96 % de los participantes es imprescindible regular ampliamente el teletrabajo, la desconexión digital y otros aspectos afines de cara a un futuro en la UZ.

Según esta consulta, el 61% de los trabajadores ha valorado con satisfacción su trabajo durante este confinamiento, un 24% lo califica de normal y un 15% lo ha valorado negativamente.

En cuanto a las horas totales de trabajo un 46% da un aprobado a su experiencia, pero un 54% lo ha calificado de normal o de insatisfactorio más bien, apuntando comentarios como que la jornada realizada en el domicilio se ha visto incrementada más de lo habitual.

No obstante, en lo referente a la organización del horario, el 55% ha podido organizárselo según su situación, mientras que el resto ha sido organizado entre él y su responsable o no lo ha podido decidir.

Un 54 % de los encuestados considera que podría realizar su trabajo a distancia entre un 90 y 100 % de su jornada, un 24 % podría teletrabajar un hasta 80% de jornada, y el 15% hasta la mitad de su jornada, siendo el 6 % el que no podría casi realizarlo. Las videollamadas ha sido un recurso que lo han utilizado un 75% para la organización del trabajo, el 40% ha hecho más de 5 y un 33% menos de 5 videollamadas, siendo  sólo el  25% el que no ha realizado ninguna.

Para el 79% de los encuestados el teletrabajo va a seguir siendo su actividad actual, mientras dure el proceso de desescalada y se reanude la total actividad presencial.

El desarrollo de la actividad a distancia ha provocado igualmente la aparición de dolencias específicas asociadas al teletrabajo, corroborado por un 60% de los encuestados, y que se traducen en una sintomatología caracterizada por la aparición de problemas muscoesqueléticos con dolores cervicales, lumbalgias, dolor de espalda., otros problemas de visión así como por ansiedad, estrés o insomnio, derivadas del exceso de trabajo, y por presiones de sus responsables.

Además de las cuestiones de salud, el teletrabajo ha supuesto un incremento de los gastos para el 81% de los consultados, que citan el consumo extra de electricidad (51%), la compra de equipos o accesorios informáticos (22%) o la contratación de nuevas conexiones o tarifas de telefonía (8%). 

Un dato importante que revela el estudio es el referente a la formación digital. Un 74% ha recibido una suficiente formación para trabajar con los niveles exigidos y un 26% no se ha visto con las suficientes competencias en este sentido. 

Los principales aspectos positivos resaltados por los encuestados sobre el teletrabajo han sido la flexibilidad, la posibilidad de conciliación y el ahorro de tiempo suscrito por un 59%, una mayor productividad lo ha suscrito el 12% y un 8% ha señalado tener menos estrés.

En las respuestas sobre los aspectos negativos cabe destacar el aislamiento social (22%), la falta de desconexión con el trabajo (23%) y  la desvinculación con los compañeros (27 %).

También el 65% creen que a la universidad le podría resultar conveniente continuar con ampliar el teletrabajo señalando motivos como el ahorro de los costes de mantenimiento (36%), la necesidad de menos infraestructura ( 28%) y un 22% señala que se produciría una mayor productividad en el trabajo.

En términos generales, nos damos cuenta de que la mayoría de las personas que han participado en la encuesta el teletrabajo no les ha supuesto ningún problema o han sido muy pocos y que los niveles de productividad han sido iguales o  superiores a los habituales,

También queda patente que, una cuarta parte de los encuestados, piensan que su trabajo podrían seguir realizándolo  una vez finalizado el estado de alerta, y sólo un pequeño porcentaje cree que no, tal vez porque su actividad es principalmente presencial, por ello el 96%  piensan que el teletrabajo deberá regularse más ampliamente  de cara a un futuro.

UGT, agradece la generosidad de los trabajadores que han contribuido a aportar su experiencia laboral en esta consulta pública, y trasladará los resultados a la negociación colectiva para que cuestiones como los costes de equipos y otros gastos para un uso profesional, adaptación de la jornada, la desconexión digital, además de un nuevo análisis sobre enfermedades profesionales asociadas al teletrabajo, entre otras cuestiones, sean consideradas no sólo para los períodos extraordinarios como el que nos ha tocado vivir como consecuencia de la Covid-19, sino también para los períodos ordinarios en los que existe una tendencia creciente a compatibilizarlo con la presencia física.

(Los resultados de la encuesta se pueden consultar gráficamente aquí)