RESULTADOS ENCUESTA DE UGT SOBRE EL TELETRABAJO DEL PDI DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

A continuación presentamos algunos de los principales resultados obtenidos en la encuesta para el PDI  que realizamos desde la sección sindical de UGT en la Universidad de Zaragoza. La citada encuesta no tiene pretensiones de ser un trabajo científico ni mucho menos, pero sí que, humildemente, hemos pretendido conocer cómo se había vivido esta situación de trabajar desde casa tanto el PAS y el PDI de la UZ, convencidos de que, de cara al futuro, este sistema de teletrabajo, implantado por necesidad, va a cobrar una extraordinaria relevancia en el mundo laboral.

El sondeo, desarrollado por vía online y remitido a los trabajadores de PDI de la UZ entre el 18 y el 25 de mayo, ha tenido una buena acogida, de los encuestados el 77% pertenece al profesorado funcionario de los cuerpos docentes y el 23% es profesorado contratado laboral.

El estudio ha revelado que para el 88 % de los participantes es imprescindible regular en el próximo Estatuto del PDI cuestiones relacionadas con el teletrabajo, tales como, la desconexión digital, la conciliación de la vida laboral y personal, la seguridad y la salud, los medios y equipos de trabajo, la formación necesaria y otros aspectos afines, de cara a un futuro en la UZ.

Según esta consulta, el 36% de los trabajadores ha valorado negativamente su satisfacción general con la experiencia tenida con el teletrabajo durante este confinamiento, un 33% lo califica de normal y un 31% lo valora positivamente, porcentajes muy similares en las diferentes formas de valoración. Esto nos lleva a pensar que la necesidad ha impuesto el teletrabajo para seguir prestando el servicio público, pero que la adaptación ha sido dispar, unos se han ido adaptando mejor que otros, no había alternativa y por lo tanto, la satisfacción personal con el desempeño del trabajo ha ido desde muy mal a muy bien como así nos indican los datos, pues el 47% de los encuestados no ha tenido ninguna satisfacción con su trabajo, el 30% su satisfacción ha sido aceptable y el 23% la ha considerado muy positiva.

En lo que se refiere a las horas totales de trabajo, un 84% ha manifestado que han sido muy superiores a las horas presenciales, sólo un 14% piensa que igual y un 2% considera que ha invertido menos horas que presencialmente, apuntando comentarios como que habría que regular horarios al alumnado, y que los fines de semana y festivos no deberían mandar correos, porque supone que se produzca una aceleración del ritmo de trabajo sin llegar a ser conscientes. Además también preocupaba cómo se iban a computar en el POD las horas online.

En cuanto a las percepciones que los alumnos han tenido de esta nueva forma de enseñanza, el 59 % del profesorado ha intuido que el alumnado no ha expresado nada ni a favor ni en contra y el 29% indica que el alumnado sí ha expresado mucha satisfacción con esta nueva forma de trabajo.

Las plataformas educativas utilizadas han resultado para el 45% del profesorado de bastante utilidad, para el 37% ha tenido una utilidad moderada y sólo el 18 % ha mostrado su descontento.

Del mismo modo, para el 55% del profesorado el teletrabajo le ha resultado fácil y para el 45% no lo ha sido, porcentajes que nos muestra una división clara en cuanto a la forma de ver esta nueva modalidad formativa.

Respecto a la formación digital de profesorado las respuestas han estado muy en consonancia con lo recogido en el párrafo anterior, el 42% considera que no tenía suficiente formación digital y 58% del profesorado piensa que su formación digital estaba en los niveles exigidos para impartir la docencia online, precisamente a aquellos que el teletrabajo les ha resultado más fácil.

El desarrollo de la actividad a distancia ha provocado igualmente la aparición de dolencias específicas asociadas al teletrabajo, corroborado por un 85% de los encuestados, y que se traducen en una sintomatología caracterizada por la aparición de problemas muscoesqueléticos con dolores cervicales, lumbalgias, dolor de espalda, otros con problemas de fatiga visual y dificultades en la visión, y un 26% de los encuestados afirma tener problemas de fatiga mental que llevan asociados síntomas como ansiedad, estrés o insomnio.

Además de las cuestiones de salud, el teletrabajo ha supuesto un incremento de los gastos para el 89% los consultados, que citan el consumo extra de electricidad (33%), la compra de equipos o accesorios informáticos (25%) o la contratación de nuevas conexiones o tarifas de telefonía (10%), entre otros de menor índice.

Los principales aspectos positivos resaltados por los encuestados sobre el teletrabajo han sido la flexibilidad horaria (34%) y la posibilidad de una mejor conciliación (18%),otros como la mayor productividad (10%) y el ahorro de tiempo (9%) no han sido tan valorados.

En las respuestas sobre los aspectos negativos cabe destacar la falta de desconexión con el trabajo (18%) , el aislamiento social (16%),  la cantidad de trabajo (13%) y la desvinculación con los compañeros (15 %), aparte de otros como los problemas técnicos (15%).

También el 42% creen que a la universidad le podría resultar conveniente continuar con esta modalidad de teletrabajo señalando motivos positivos como mayor productividad, el ahorro de los costes de mantenimiento, y la necesidad de menos infraestructura, mientras un 17% señala que no le resultaría conveniente seguir con la enseñanza online, señalando que el aislamiento y las dificultades para la organización del trabajo y los riesgos de seguridad de la información resultarían los aspectos más negativos,  y el 41% no se define en un sentido u otro.

En términos generales, queda patente la falta de la suficiente formación digital en un amplio porcentaje del profesorado que ha supuesto un hándicap a la hora de asumir esta nueva situación en tan poco tiempo, las plataformas han dado sus problemas y las dificultades para resolverlas eran evidentes, inconvenientes que con la suficiente formación se solventarían de una forma rápida.

Los límites en cuánto a los horarios no se han definido bien, se evidencia una falta de desconexión digital, y de ahí el exceso de horas trabajadas que ha tenido que asumir el profesorado. La asunción de gastos extras para poder llevar a cabo el trabajo, con la utilización de equipos personales y todo tipo de medios para uso profesional también ha sido una cuestión muy relevante.

Con los datos obtenidos, desde el sindicato UGT, vamos a exigir incorporar una regulación de este tipo de trabajo (teletrabajo) para el profesorado universitario, trasladaremos la información para que en el nuevo Estatuto Docente del PDI se regulen, entre otras, cuestiones como: la formación digital específica dentro de la jornada laboral, las relacionadas con los costes de equipos y otros gastos para uso profesional, seguridad informática, adaptación de la jornada, y el derecho a la desconexión digital, la conciliación de la vida personal y laboral, la evaluación de riesgos del puesto de trabajo, además de un nuevo análisis sobre enfermedades profesionales asociadas al teletrabajo,

Por supuesto, desde el sindicato UGT nos ponemos a disposición de la Universidad para negociar y pactar unas condiciones de trabajo equivalentes a las de un trabajo presencial, para que en el supuesto de tener que recurrir de nuevo a desempeñar nuestro trabajo a distancia, estemos preparados para ello y no suponga una merma en nuestros derechos ni en nuestra salud.

UGT, agradecemos la generosidad de los trabajadores que han contribuido a aportar su experiencia laboral en esta consulta pública que nos ha ayudado a tener una visión de la nueva situación en la UZ con la que hemos estado conviviendo durante 3 meses.